Foto: Oteaba Auer
Rueda necesita ayuda para saber que importaba a alguien. Ha prestado innumerables servicios a personas que, una vez conseguido el objetivo, siguieron camino sin recordarla El caso es muy parecido al de Manillar. Cada uno en su mundo paralelo y aparentemente lejano.
Foto: Oteaba Auer
Desconocen estar anclados en una misma estructura. Quizás, algún día, las diferentes piezas de la bicicleta miren desde la más profunda sensibilidad consiguiendo una calidez basada en la comunicación que ocupen el vacío de la soledad.
Foto: Oteaba Auer
Has hecho un precioso paralelismo entre una bici, un ser humano y un tercer implicado la trascendencia , el tú y el nosotros y lo has hecho de forma magistral.
ResponderEliminarEs hora de que nos sintamos :manillar, rueda , cadena, Tú, nosotros, ola y océano.
Sinceramente ¡muy bien Gracias!
Un beso.
Hemos venido -en este postmodernismo- creyéndonos islas, piezas únicas e irreemplazables de una vida que ¡a todos nos contiene! Te agradezco en el alma, que utilices tu talento para poner al lector frente a una trascendental reflexión: Somos. ¡Todos somos!
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Buena e ingeniosa asociación.
ResponderEliminarHas puesto palabras a las diferentes partes de un todo. Cuando esas partes se den cuenta que cada una de ellas es imprescindible para que "funcione" el todo (porque entre todas ellas crean la unidad del ser, del yo), "la bici marchará cargada de tiernos abrazos"
Me han encantado las fotos.
Un abrazo
Mercedes
Como siempre tu originalidad al mandar tu mensaje, me ha encantado...
ResponderEliminarQué fotos tan bonitas, me parecen geniales!!!
Un besote!!
Triste como una bicileta frente al mar...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Feliz domingo.
A veces pienso en los objetos como si sintieran.
ResponderEliminarMe ha sorprendido agradablemente que utilizaras esas metáforas.
Besos.
Qué sería de la rueda sin el manillar y viceversa??
ResponderEliminarEn el todo , cada parte importa.
Muy buena metáfora, Oteaba.
Besos
Fotos y comentarios unidos sin saberlo.En esa soledad aparece la tristeza, necesaria para reconocerse.
ResponderEliminarPreciosas palabras y magníficas fotos; vistas desde un ojo que sabe ver, que sabe mirar.
Me han gustado mucho estas personalizaciones.
ResponderEliminarUn abrazo, Oteaba.
Me gusta ese paaralelismo de identidad y objetos que haces en tu entrada, me encanta la originalidad como la presentaste y tus fotos son aparentemente sencillas pero con una imagen dices miles de cosas. Una conjunción maravillosa, besos
ResponderEliminarHolaaaaaa.
ResponderEliminarHas venido a mi blog y ademas regalarme un precioso comentario...te has quedado como seguidora.
He venido a corresponder a tan grata visita y claro está a ver tu forma de escribir y sabes...? He quedado impresionado.Tienes una forma de escribir realmente seductora... me permites quedarme cerquita para seguir leyendote...?
Gracias y...
Mi mejor sonrisa para tti
Que profundas letras.. llevándonos irremediablemente a la reflexión..me encantó.. volveré..
ResponderEliminarGracias por tu bella visita a mi recinto.
Un abrazo colombiano
Magnífica asociación de ideas, para recordarnos que no solo somos, sino que debemos ser.
ResponderEliminarUn besazo.
Qué sería de uno sin todos, o todos sin uno, la unidad y el amor.
ResponderEliminarY positivamente, mientras tengas un alma abierta a la luz, tienes todo el derecho de soñar porque leerte es alimentar sueños cuando la desesperanza toca y eso es humanidad.
Un abrazo
Genial manera de expresar, mostrar de otra forma.
ResponderEliminarUna belleza original.
Te saludo, desde el mar, Liliana.
Cada cosa es indivial y tiene personalidad propia, pero todo se necesita. Todo es importante y lo has sabido conjugar muy bien en este post.
ResponderEliminarLas fotos son geniales
Un beso
mj
No habia visto esta original entrada en donde buscas un paralelismo entre dos elementos de la unidad.
ResponderEliminarQue fotos tan bien sacadas..y de fondo las Canteras, en un triste atardecer por la descripciòn que haces de la bici
Un beso
Oteaba, qué bonito tu forma de dar vida a estos seres inanimados, tan cercanos y entrañables que forman parte de nuestra vida cotidiana.
ResponderEliminarAmi me encanta pensar que nos escuchan cuando le hablamos,son amigos/as para compartir inquietudes y momentos.
Besos y felicidades.
Carmendy
En esta entrada, entre fotos y reflexiones, sólo me sale del alma un UFFFFFF!!!!!
ResponderEliminarFelicitaciones!!!!!!!!!
besOtes...
Hace mucho que me he vuelto otra vez un lector sin huellas, pero como bien has leído "el corazón está un paso más adelante que la razón", tal vez por eso estoy acá.
ResponderEliminarA mi también me gustan las personas que actúan más con el corazón aunque se equivoquen...
Manillar no estaba sólo, el mío no, yo a él le hablaba le contaba que juntos teníamos que subir ese largo cerro, y hacíamos un gran trabajo de equipo porque casi siempre llegábamos, y si no podíamos era por culpa de mi rodilla que me recordaba aquella vieja lesión deportiva.
Manillar no estaba sólo al menos el mío no, me vio transpirar, me escuchó suspirar y muchas veces fue mi aliado, él me enseñó como llegar.
Rueda era la gran protagonista silenciosa -como algunas personas que leen este blog- ella siempre atenta a los susurros de manillar, le hablaba de mí, del viento, las nubes, los atardeceres y todo el paisaje del recorrido. Cuando rueda en las pocas ocasiones que se quedó no era culpa de ella, sino de algún insensato que dejaba algo con forma de punta en la calle, pero eso se reparaba entonces rueda, manillar y yo continuábamos viaje, un viaje que nos hacía bien a los tres.
Manillar era negro -como el de la foto-, deportivo, tecnológico, de gran marca, pero él no se sentía mejor que nadie, si dejábamos a alguien detrás era por puro esfuerzo y no por sentirse superior. Rueda era ancha, capaz de recorrer kilómetros sin despeinarse, y también sabía que todo lo conseguido era un gran trabajo de equipo.
Manillar, rueda y yo seguimos siendo amigos, ya no tanto de viaje por cuestiones de la vida, el azar o el destino, pero aún charlamos, recordamos, vivimos, pero también soñamos con volver a ser aquellos tal vez un poco más viejos, tal vez un poco más cansados, pero sabiendo que somos los mismos: aquel gran equipo.
P.D. La bici de la foto no es la misma pero es tan igual.